Es posible que a estas alturas ya os hayáis dado cuenta que no soy muy de vestidos. Desde pequeña no me gusta usarlos y aunque me encanta sentirme femenina no me siento cómoda con ellos. También es cierto que cuando te acostumbras a usar siempre lo mismo, da inseguridad salir de esa zona de confort. Por eso cuando busco vestidos tienen que tener una serie de características que me hagan decidirme con seguridad. Es el caso de el vestido que os voy a enseñar en el post de hoy. 

Uno de los motivos por los que no me siento cómoda usando vestido es porque tengo la sensación de que todo el viento existente del Mundo vendrá a levantarme la falda. Una solución para eso sería usar vestidos entallados, pero tampoco me siento cómoda con ellos.

Por eso este vestido me parece ideal, porque con su forma ayuda a marcar la figura (tiene un elástico fruncido en la zona de la cintura), pero al mismo tiempo es anchito y cómodo. Al no tener una falda con mucho vuelo, no tengo que preocuparme por el viento que haga.

Otra cosa que debe tener un vestido ideal para mi, es que sea combinable. Siento que cuando usas un vestido una sola vez, siempre vas a verte igual. Por eso a mi me gusta tener la opción de que aunque use el mismo vestido muchas veces nunca parezca el mismo. 

Este al tener un estilo boho, admite infinidad de combinaciones y complementos, como por ejemplo los que yo he usado. La chaquetas sin mangas me fascinan, y si son con flecos mucho más. Esta venía genial porque es en el mismo tono que los puños del vestido y que mis botas. Para dar más color al look, decidí utilizar este sombrero que casualmente también lleva los mismos colores que tiene el estampado del vestido.

Lo que me gusta de él es que, empleando otros complementos distintos, el vestido parecerá otro. 

Por último algo elemental para mi, es que un vestido sea apto para llevar con zapato plano. Podemos usar las cosas como queramos, pero la verdad es que hay determinados vestidos y prendas que con un buen tacón estilizan mucho más. Las piernas no se ven de la misma forma con un zapato plano y menos cuando usamos vestidos.

Este, al tener un estilo tan informal queda genial con zapato plano, ya sean botas, sandalias o alpargatas de esparto. 

Para mi gusto, usar botas con este tipo de vestido le da mucha personalidad al look y además ayudará a ir muchísimo más cómoda. 

Vestido: Smash (Lola Complementos)

Chaleco: Smash (Lola Complementos)

Sombrero: Azalea

Botas: Sfera

En definitiva, no estoy dispuesta a usar prendas con las que no me encuentre a gusto y sea yo misma, y es por eso que busco en tiendas donde se que puedo encontrar mi estilo, como en Lola Complementos. 

Un look de día como este es ideal para pasar las tardes de primavera paseando o para salir a tomar algo un fin de semana a medio día. Es una buena forma de ir bronceándose poco a poco las piernas, ya que no suelo usar medias (este tiempo lo permite). 

Por mi parte nada más, espero que os atreváis a recrear un look como este y deis un toque boho a vuestros vestidos más sencillos con complementos que tengan estilo. Con estos días de calorcito no queda otra que tener a los vestidos como nuestros mejores aliados. 

No dudéis en dejar vuestras dudas en comentarios y en pasar por todas mis Redes Sociales (las encontraréis en la parte derecha del blog)

Nos vemos pronto!

M.

Esta temporada ha estado inundada por prendas y complementos adornados con bordados. Si bien esto no es nuevo, han sido las marcas low cost las que (como ya es habitual) han potenciado esta tendencia. Todo comenzó en 2015, cuando en una de las colecciones de Gucci las modelos lucieron chaquetas de cuero adornadas con bordados. Actualmente, podemos encontrar vaqueros, faldas, chaquetas, bolsos e incluso zapatos que lucen bordados tanto florales como orientales o militares. Además de todas esas prendas, las camisas bordadas van a dar el paso a la temporada primavera-verano, como es el caso de la que os trigo en el post de hoy.

Es una camisa de lo más primaveral y que mezcla la tendencia de los estampados florales con un tejido de vichy azul. Esto me recuerda a un amigo que cada vez que uso prendas con este tipo de tejido me dice que parezco el típico mantel de picnic, es por eso por lo que me parece de lo más apropiada para la primavera. La forma de la camisa no es la típica ya que en la parte inferior tiene una apertura con la que se deja entrever la parte del ombligo. 

El color amarillo tanto del bolso como de las uñas, da el toque llamativo y controvertido, ya que nada tiene que ver con el resto de colores del outfit. Como digo siempre, las cosas hay que saber combinarlas y, aunque puede que no a todo el mundo le guste, creo que ese toque de color queda genial.

La opción de usar botas en un look primaveral no es nada raro, de hecho a mi me encanta usarlas en estos casos. Aún así también me parece una buena opción quitar del outfit la chaqueta de flecos, aunque en mi opinión con ella puesta se armoniza todo mucho mejor. 

Desde que comencé con el blog me he dado cuenta que no paro de hacer confesiones en cada publicación que hago. Hoy no iba a ser menos. Es por eso que debo confesar que casi todos los días uso el color negro, ya sea en unos zapatos, en un pantalón o en cualquier bolso. 

Es el caso de esta chaqueta (Azalea). A mi personalmente me encanta pero soy consciente que viéndola sin nada con qué combinarla puede parecer demasiado. 

Es de estilo un tanto hippie o como se dice ahora Boho.
Si empleamos la potencia del color y las texturas como las de esta chaqueta con prendas negras hará que el centro de atención esté donde queramos. Prendas como esta chaqueta pueden hacer de un look muy básico formado por unos jeans rotos y una blusa blanca o un vestido blanco no muy llamativo en un look con mucha potencia y frescura.
No se qué pensáis pero a mi me encanta, su tejido, el estampado, la textura y los remates con flecos y monedas hacen que sea perfecta para los looks de primavera.

Como ya os anuncié en un post anterior, soy imagen de Stilo en tu Casa y en cuanto les comenté el estilo del look que iba a llevar se nos encendió la bombilla. Una corona de trenzas sería el peinado perfecto para un look muy boho chic. Para las que han visto el resto de mis publicaciones habréis visto que la largura de mi pelo es bajo los hombros, por lo que hacerme recogidos es un tanto complicado todavía. Es por esto que una falsa coleta crea la sensación de una melena más larga de la que realmente tengo. ¿Para qué usar extensiones si puedes hacerlo con tu propio pelo? Me encanta!
Con peinados así no hace falta celebrar ninguna ocasión especial, cada día es una oportunidad, así que ¿por qué mimarnos y arreglarnos sólo para determinadas fechas y eventos? A celebrar cada día!

Aprovechando los subtonos de la chaqueta, nos animamos con un esmalte amarillo en las uñas para quitar sobriedad y formalidad al look. Al principio me mostré un poco reacia al color, ya que no es un tono muy común pero el resultado fue mucho mejor de lo esperado. Para darle una vuelta de tuerca más, unas pequeñas piedrecitas de brillo en cada uña le da el toque diferente. Me gusta mucho como queda esta manicura en este look y sin duda repetiré con este tono amarillo cuando llegue el verano. ¡Seguro que ayuda a resaltar el bronceado!






También en Azalea encontré este bolso en uno de mis colores favoritos (no me canso de repetir que me encanta este color). Entre tanto negro este bolso también da luz y color, e incluso un toque de brillo.



Chaquetas como esta son prendas con las que debemos arriesgarnos y jugar con nuestra ropa. La primavera, las noches de verano y multitud de ocasiones y looks en los que podemos emplearlas.
Como siempre, espero que os guste y os sirva de inspiración. ;)
Nos vemos pronto!

M.

Tras darle varias vueltas he decidido hacer una nueva sección dentro del blog en la cual podré contaros mi experiencia en mis viajes así como los lugares que he visitado, la comida que he comido, los precios y demás. A través de #LosViajesDeLadyDuck podréis saber todo lo que yo os recomendaría así como lo que no, y de paso si tenéis dudas o necesitáis ideas, será un placer ayudaros.

#LosViajesDeLadyDuck : Dos días en Córdoba

Desde hace tiempo quería visitar una de las ciudades con más historia de Andalucía y tras comenzar a plantearlo rápidamente decidimos que era una buena oportunidad para ir. Cuando viajamos a Canarias usamos la página de www.airbnb.es por lo que ya habíamos obtenido descuentos para futuros viajes (si estáis interesados en estos descuentos no dudéis en dejarme un comentario). Rápidamente encontramos un apartamento muy céntrico y barato (no más de 50€). La verdad es que suelo fijarme mucho en la decoración y en la ubicación de los sitios donde quedarnos, nuestro apartamento cumplía con todo. El precio por noche estaba genial, según la información que facilita la página siempre solía estar ocupado, los comentarios eran positivos y eso da más seguridad.

Tras la reserva el dueño nos informó que no podríamos entrar hasta la 1 del medio día, lo cual nos ayudó a organizar el resto del viaje. 

La idea era ver la Mezquita hasta poder entrar en el piso, por lo que salimos de casa a las 8:30 de la mañana y para las 10 ya estábamos en Córdoba. La zona centro tiene limitado el acceso con vehículos no autorizados. Es por eso que tenéis dos opciones: aparcar muy lejos o meter el coche en un parking, como hicimos nosotros (parking24h, Paseo de la Ribera).

Tras caminar menos de 5 minutos llegamos hasta la Mezquita. En principio abren a las 10, aunque en determinadas páginas turísticas dicen que a partir de las 9:30 la entrada es gratuita. Al entrar en el patio de los naranjos vimos una enorme cola de turistas que esperaban para comprar la entrada. No le hagáis caso, dirigiros a las máquinas de tickets, ahí podréis pagar en efectivo vuestras entradas siempre y cuando no queráis pagar con tarjeta. El precio es de 10€, sin importar que seas estudiante ya que solo hacen distinciones entre niños y adultos. Nos hicimos con un mapa a la entrada y nos adentramos en la lucha que durante siglos tuvo lugar entre el Islam y el Cristianismo.

Chaqueta: BBB

Chaleco y botas: Stradivarius

Collar y bolso: Azalea

Pantalón: Shana

Tras volver al piso, soltar las maletas y aparcar el coche (donde pudimos porque no hay mucho aparcamiento gratuito) fuimos a buscar un sitio donde comer. Fue en el Paseo de la Ribera, frente al río, en el bar La Romana donde finalmente decidimos tapear. Cuando vamos por ahí preferimos comer un variado de tapas, ya no solo por lo que se ahora (que también) si no porque así pruebas muchas cosas y acabas comiendo bastante. Flamenquín, cazuela de gambas y tostas con salmorejo entre otras fueron las tapas elegidas.

Después de comer, mientras paseábamos por el puente y por el triunfo de San Rafael, preguntamos a un cordobés qué cosas nos recomendaba ver por el centro. El Alcázar, las caballerizas Reales, la Plaza de la Constitución, la puerta de Almodóvar, el Zoco, la casa de Sefarad (precio estudiante 3€) y la Sinagoga fueron alguno de los puntos más importantes que pudimos visitar.

La tarde no dio para mucho más, así que compramos algunos imanes de recuerdo cerca de la Mezquita (os recomiendo ver más de una tienda ya que tienen ofertas) y tomar unos helados.

Tras descansar un ratito en el apartamento, nos duchamos y nos pusimos guapos para ir a cenar. Tal y como nos habían recomendado fuimos a la Plaza de la Corredera, justo al final de nuestra calle. Es una plaza que recuerda a la Plaza Mayor de Madrid o Salamanca. No dudo en el ambiente que debe tener con buen tiempo, pero a esa hora hacía mucho frío y no apetecía sentarse allí. 

La cazuela de la Espartería llamó nuestra atención, también ayudó su carta y la recomendación de google. Una cena riquísima en un local precioso. Gambas fritas, mejillones rellenos, y una deliciosa su melva canutera con tomate.

Aunque nuestro pensamiento era madrugar, merecíamos un descanso de tanta alarma. Desayunamos en Capitoné, un bar de lo más típico que estaba justo bajo el piso. Un desayuno de lo más andaluz, aunque un poco caro bajo mi punto de vista. El apartamento debíamos dejarlo a las 12 y tras cargar las maletas en el coche, volvimos a aparcar el coche en el parking de enfrente del río.
A las 12:30 teníamos hecha la reserva para los Baños Árabes (Calle Almanzor), así que fuimos paseando por las callejuelas cercanas a la Mezquita. Al hacer la reserva nos informaron de todas las tarifas y optamos por los baños sin masaje (19€, 3 horas). ¿Lo único necesario? Un bañador y monedas de 1€ para poder usar las taquillas. Las toallas y las chanclas antideslizantes os las dan allí. También disponen de bañadores que pueden comprar los más olvidadizos.